El argentino Facundo Ardusso tuvo la suerte de su lado tras los abandonos de sus rivales directos, pero también, su excelente conducción fue escénica en la segunda parte de la carrera, para mantener la posición en que Altuna le cedió el auto, la de privilegio, primero.
Julían Santero salió en su Toyota Corolla desde la posición 11, pero rápidamente fue escalando posiciones, hasta mantenerse en la séptima posición. Peleó y defendió su posición pero sobretodo, cuidó el auto para entregarlo en condiciones perfectas a su compañero de equipo, Santi Urrutia.
Se abrió la ventana de boxes y los autos ingresaron para cambiar pilotos y también, las dos ruedas delanteras, ya que los neumáticos Pirelli venían siendo castigados por la temperatura en pista del circuito número 8 del Gálvez. El primer uruguayo en ingresar fue Lambiris, que fue el piloto durante el primer tramo de carrera. La rueda delantera izquierda retrasó la parada en boxes tras trancarse en el momento de cambiarla, el auto Peugeot perdió posiciones. Urrutia ingresó luego y sin problema alguno, salió a pista.
Ya en la parte final de la carrera, el uruguayo se posicionó en la cuarta posición e inició una pelea por la posición con el piloto del equipo Chevrolet, Bernardo Llaver, quien fue su compañero el año pasado en los 200KM de Buenos Aires.
Finalizando la carrera, entrando en los últimos dos minutos finales, el piloto de Renault, Spartaro pinchó la rueda delantera izquierda y tuvo que ingresar a boxes. Ese inconveniente le dio la oportunidad a Urrutia de escalar a la tercera posición y así, finalizar en el podio junto a su compañero Julían Santero.
Mariano Werner, que componía la dupla con el uruguayo Mauricio Lambiris fue quien condujo en la segunda parte de la carrera. Les perjudicó el cambio de neumáticos, ya que perdieron posiciones. El argentino cruzó la línea de meta en la decimoprimera posición.
Esta arreglado, gracias!