Un día como hoy, pero de 1977, Pedro Passadore, piloto uruguayo que competía con marcado éxito en el automovilismo argentino, tenía un accidente en el autódromo ciudad de Rafaela. Su máquina, un Pianetto Dodge de Mecánica Argentina Formula 1, chocaba con el guard Raid después de chocharse con otro coche y se prendía en llamas.
Pedro recordaba:
«…Rafaela no era fácil de manejar porque era un óvalo. Llegué a fondo a 290 entrando al curvón y el auto se me disparó a los boxes. Me pegué con el guardrail, el auto se dio vuelta y explotó. No recuerdo la peligrosidad en aquel momento…».
Una carrera que recién había comenzado, las 500 millas de Rafaela, Passadore entre los primeros 4, y Pedro recuerda perfectamente ese momento:
“…veníamos adentro del curvón sur, como a 290 km/h emparejados con Monguzzi, y yo por afuera. De repente el auto (Pianetto Dodge) empezó a irse contra el guard rail y terminé pegándome fuerte…”.
Por unos instantes el auto se soldó a las vallas metálicas y le salvó de rebotar al paso del resto de los competidores, pero luego comenzó el fuego:
“empecé a bajar el peralte marcha atrás y eso, con el viento de frente me sacó las llamas de la cara. La verdad es que no atiné a nada mas que a pelear con el cinturón de seguridad berreta, que no pude desenganchar de primera, hasta que zafó y salté, me tiré al piso para apagar el fuego en la pierna y la verdad es que hasta hoy agradezco lo bueno que era ese antiflama, pues no me quemé absolutamente nada…”
A metros de ese accidente, estaba tomando fotos, un maestro de la fotografía de la ciudad de Rafaela, Adolfo “Fito” Previderé, un destacado reportero que no tenía como costumbre el deporte.
Sin embargo por esas cuestiones, ese día estaba en el autódromo y con una cámara Nikon, sin motor, y con un lente fijo, estaba en el lugar justo y en el momento indicado.
El propio “Fito” años después me reveló que disparó 23 fotogramas, a “palanca” ya que su motor estaba descompuesto, él sabía que tenía una gran foto en su rollo, aunque pensaba que la gran foto estaba cuando el bólido de Pasadore pegaba contra la valla metálica y se prendía fuego.
Ni bien terminó la carrera con la premura del caso, llego a su casa y realizó el proceso de revelado del negativo y pudo apreciar que “la foto” no era la que él se imaginaba, había grabado un fotograma que iba a recorrer el mundo por su espectacularidad, era cuando el piloto, saltaba de coche con sus piernas prendidas fuego.
El propio, Previderé le puso nombre, (él decía que cada foto tenía un título), y la llamó “salto a la vida.”
Esa foto recorrió el mundo entero, ya que al año siguiente fue tapa del anuario de Nikon, una publicación de Japón que mostraba las mejores 100 fotos obtenidas en todo el mundo con equipos de la marca, y esta, no solo era mostrada sino que era tapa de esa publicación.
Diarios y revistas de todo el país, mostraban la foto que sin dudas iba a marcar un antes y un después en la rica historia del maestro Adolfo Previderé.
LA CARTA DE PREVIDERÉ a PASADORE
“A medida que pasan los años, más valor le agrego, sobre todo, cuando pienso que lo hice con una cámara sin motor, con la serenidad que le confieso, no sé si tendría ahora.
Fueron pocos segundos, pero mientras disparaba la cámara pensé de todo, desde que hacía la foto de mi vida, hasta el drama que quizás sobrevendría al verlo morir quemado.
Por suerte, o porque no quiso el de arriba lo podemos contar con excitación y alegría. No sé si lo volveré a ver, pero mi recuerdo hacia Ud. es permanente. Siga haciendo buenos vinos….
Un abrazo. Adolfo.
Adolfo “Fito” Previderé lamentablemente falleció el 1 de Mayo de 2011, dejando en toda la ciudad una tristeza muy grande, por su talento y por su hombría de bien.
LA FOTO DE «EL SALTO A LA VIDA»
